Nunca la suerte le brindó una mano,
todo fue contra en su azarosa vida.
Siempre de culo le cayó la taba.
y salió cruz cuando apostaba a cara.
Por ser derecho no buscó ventajas,
ni acomodos, ni padrinos, ni trepadas
Siempre en la cola esperó su turno,
y del palo más alto lo cagaban.
Tuvo ideales, y cerrando el puño,
buscó justicia para sus hermanos.
Fue su premisa no salvarse solo
y luchó porque todos se salvaran.
Cuando la fuerza le engrilló las manos
no las abrió para pedir clemencia,
las levantó, soberbio, contra el amo
y mostró con orgullo sus cadenas.
Ayer, cansado de vivir miserias,
se jugó a todo o nada.
y ese balazo que se pegó en la boca
tuvo la suerte de que no fallara.