A veces quisiera cerrar los ojos,
de la fantasía simplemente dejarme llevar…
Disfrutar de la caricia de tu mirada,
estremecerme al escuchar la música de mi nombre
en tu seductora y sugerente voz.
Impregnarme del hechizo que proyecta tu mirar,
poseerte en la carcajada y
devolverte la caricia de seductora mirada…
Mi nombre en tu voz son susurros de placer,
me subyugan, me cautivan y te deseo con delirio.
Ana María Moreno Pérez