De mi libro "Kafuringa",
libro primero, canto primero,
poema 5to.
V
“Estrellas que me miran y se ríen,
pues son tantas que no se sienten solas.”
“Apáguense y déjenme morirme,
aquí viendo solo del mal la sombra”.
“Crepúsculo de formas misteriosas,
me vienes a buscar o estas de paso?”
“Te advierto que si te tragaste el día,
la noche a ti te partirá en pedazos.”
“Los tordos se burlaron en las ramas,
y allí en la oscuridad se acurrucaron”
“No perdieron su tiempo viendo mi alma,
ellos también de mi se han olvidado”
“Me vino a la memoria una palabra,
que escuché tantas veces “Dios”,
mas dime: si es cierto que tu a todos nos resguardas,
¿que mal te hice para que me castigues?”
Miro hacia el cielo entonces el muchacho,
y un cometa fugaz allá muy lejos,
le trajo unos segundos de esperanza,
y así olvido el hambre por un momento.
“amigo que ves de cerca al lucero,
déjame que esta noche yo te cuente,
que un deseo he de pedir por ambos,
con toda la fuerza que aun me reste”
“Yo pido solitario compañero,
que Dios nos guíe por un buen sendero,
a mi por uno recto aquí en la tierra
y a ti por otro igual allá en el cielo.”
Y así diciendo se quedó dormido,
con todos sus deseos y sus sueños,
con todo su cansancio y desvalio,
con todo su infortunio y mal eterno.