Todas las mañanas, al despuntar el dia,
Cantan los sinsontes allá en la montaña,
Llenando los campos con sones de alegría
Y esperando que la paz no sea una patraña.
Ellos callan cuando ven gente extraña,
Y dejan un mensaje con su melodía,
Para decirnos, que la paz es hidalguía,
Y no una simple visión que nos empaña.
¡Dejemos que llegue ese efímero tesoro
Para que continúen con su cántico sonoro
Esas aves que nos piden paz y libertad!
Y hay que pensar que luchar es un decoro
Pues lo campos no se cambian por el oro,
Si no por la vida, el amor y la igualdad..
José Ignacio Ramírez Valencia