"Tú,
porque crees en mis sueños
con los ojos abiertos".
¡Qué rara belleza la tuya!,
eres como una plenitud que me envuelve,
una voz que me dice
¡aquí te pienso,
aquí te siento,
aquí te amo!,
tú,
la única que me reclama,
clavando muy hondo su mirada en mí.
Nunca tuve miedo
de amarte con locura, es más,
no hay día en que deje pasar la
oportunidad de cerrar los ojos
para sentirme venturoso,
para suceder desde la nada,
para contarte que es justamente desde el arte
que yo elijo ser TU POETA,
tuyo,
como quien contempla el alba,
después de una madrugada sutilmente desmayada
entre café y manuscritos,
¡única, mi sombra que resucita
cuando a tu amor me asomo!,
¡única mi alma, que
se refleja en tus pupilas!
No tengo secretos para saberte,
tus caricias me hacen,
mi solo latido responde a ti,
no comprendo aún si mi amor es porque me amas,
si desde antes TE AMO y por eso escribo,
si con mis besos te invito desde mis ojos,
y mi nombre es como un lazo que te recorre,
desde tu lámpara de noche
hasta toda TÚ,
y no importa esta chispa constante
que en mi pecho late,
que a veces mal,
que otras bien,
mal porque eres como una escultura
que nunca termino de esculpir
¡y quisiera que estés aquí!,
bien porque si el amor se trata de amar,
siempre te encuentro a punto,
perturbando mi silencio
en un éter de suspiros.
¡Por favor, no leas este poema como
un solo motivo para decir TE AMO!,
entiéndelo como el lado que arranco de mí
para dejarlo en tu orilla,
un costado que se alza febril entre nosotros dos,
TÚ,
la única que como el viento
sin detenerse un momento,
se cuela por mis ventanas, la única
que me posee con su aire,
la única que me sorprende sin palabra alguna.
¡Siendo pasajero como soy,
vivo prisionero de tu pasión,
así, día tras día!
Tinta de Sangre