y la realidad, cuando el frescor
deja paso al calor.
Se entremezclan mi boca
y tu boca en dulce néctar
cuando el corazón parece
dejar de latir.
Tus luceros y los míos
se hunden en el frenesí,
en el querer tocar sin tocar
en el cantar sin cantar,
se entremezclan tus sueños
y los míos...