Somos peregrinos, transeúntes en el tren de la vida.
La naturaleza nos nutre con sus frutos,
los colores de las flores alegran el paisaje.
El hombre es el rey de la creación y la domina.
Las estrellas en las noches azules
parecen princesas doradas
alumbran el firmamento, mientras el sol descansa.
La luna es la señora del espacio celeste,
Guarda encantos, sueños, penas y alegrías.
¡Qué no sabrá la luna!
Es la dueña de los secretos porque
vela el sueño de los mortales.
19/02/2019
Delia Eloísa Dousdebés V.