visando a cada paso lo esencial
separo,sólo aquello que he querido,
y dejo las angustias más atrás.
Cristales azorados que me incitan,
a mirar desconfiada,una vez más,
brillando de luz cuando les ruego,
aquel deseo infinito de olvidar.
Y se vuelven sutiles las miradas,
cansinas y astilladas de soñar;
y recorren así el mundo entero
sin saber siquiera que mirar.
Si el horror de muertes inocentes;
en una guerra sangrienta como audaz;
o el amor que los amantes día a día
comparten en su lecho al despertar.
los adultos con más complejidad;
los niños lo hacen dulcemente...
los ancianos con más serenidad.
Saben de experiencias ya vividas,
de tristezas,del dolor,de adversidad,
del amor,de alegría,de inocencia,
de pasión contenida y de verdad.
Descubro así que lo verdadero...
es aquello que en realidad sentimos,
depende de lo que uno tenga adentro
para hacernos más fácil el camino.
Aún así,me maravilla lo que veo,
me dilato de emoción enfebrecida,
si descubro a una flor en la vereda,
o aspiro el dulce aroma de la vida.