La noche cubre mis pasos
y por entre los rincones me muevo
acaso me encuentren los vivos
si ya no soy parte de ellos.
Si he partido de la vida
no ha sido algo elegido
tampoco ha sido el destino
sino la traición de un amigo.
Y tras dicha la maldición
antes del ultimo aliento
mi alma condenada fue al infierno
por no elegir perdón y arrepentimiento.
Venganza pulula mi espíritu
que no descansa ni lo hará
mientras ellos caminen el mundo
olvidando su maldad.
Elijo noches sin luna
o noches cubiertas de nubes
no me toquen celestes luces
que tuercen mi amarga fortuna.
Los ojos no vivos
no miran la vida
camino entre penumbras
siguiendo rastros de perfidias.
A veces creo distinguir sus voces
en cuchicheos de disputas
los fantasmas somos mejores
siguiendo las enfermas rutas.
Rutas de dolor y angustia
que dejan los vivos suspendidas
que nos llevan hasta ellos
como el fuego en gasolina.
Hoy creo que los he encontrado
después de tantos años de búsqueda
están el traidor y la infiel
rumiando sus angustias.
Me vengaré en sus sueños
los llevaré a la locura
soy la nueva pesadilla
que poblara las noches de sus vidas.
Y cada imagen soy sangre
roja como una mancha
que empieza en la cabeza
y hasta los pies les calza.
Sangre en los sueños
desde el lunes de madrugada
sangre en cada descanso
hasta el domingo fin de semana.
No cierres los ojos
que la pesadilla avanza
sangre ahora ves
hasta despierta en la mañana.
Sangre eterna sin descanso
como la mia desparramada
aquella mañana que descubrí
a los dos en la cama.
Si la justicia no encontró razones
para llevarlos en cana
soy el fantasma ahora
que atormentará sus almas.
Y sangre seré
en cuanto cierren sus miradas
hasta el instante que la locura
rompa en pedazos sus conciencias insanas.