No sé cuando me dormí
pero sin razón alguna
renacen los susurros
de un arroyo
donde la naturaleza
llora amargamente.
Escucho la agonía
en el canto de las aves
pero no quiero oír
más es imposible ignorar
los sonidos producidos
por esta amputación
a sangre fría.
No sé cuando me dormí
pero esta pesadilla
se cuela en mis pulmones
me asfixia
me despierta
y me recuerda
el dolor
de una madre en agonía.