Identificarse Registrar

Identificarse

Soledad

En una tarde gris tus ojos negros
A mis pasos miraban suplicantes
algo de amor del que te habían quitado
con una  fe, que estaba ya perdida

Te vi pequeña y me incline a tu lado
Mi mano yo tendí por ayudarte
y temerosa aceptaste mi caricia
rígida, inmóvil y con tu cuerpo quieto.

La vida no te daba otras opciones
Por eso fue que aceptaste mi propuesta
seguiste mi camino y  temerosa
cruzaste de mi hogar la puerta abierta

Alimente tu flaqueza y tu cariño
Cure tu cuerpo de todas sus heridas
Y tu gran corazón devolvió en creces
con esa inmensidad de amor que tienes

Hoy te ganaste el pedestal que ocupas
Cuando no estas, salimos a buscarte
Y al silbarte nos das tu voz de alerta
Que raza te formo, no la conozco

A la que Dios le dio tanto atributo
Fidelidad y amor en cantidades
Que el agua del mar ni se le acerca.

De aquel encuentro pasaron muchas rosas
Y no falta quien diga que estas vieja
Pero yo, no puedo aun darme cuenta
Por que será, que igual te veo hermosa.

Por favor comparta este artículo:
Pin It

Bienvenido a la comunidad de escritores, poetas y artistas del mundo.

 

Aquí podrá darse a conocer, conocer a otros, leer, disfrutar, compartir, aprender, educarse, educar, soñar y vivir el mundo de fantasía que hay en todo artista.

 

¿Quién sabe? ¡A lo mejor también es uno!

Lo más leído

Están en línea

Hay 261 invitados y ningún miembro en línea

Eventos

Sin eventos
Volver