Corazón lleno de temor que no puede adivinar
y tampoco aprendió a leer las notas escritas
oculto se esconde entre letras de hiel y pan
perdido como un danzarín que no sabe bailar
la canción de amor de la amante o de la amiga.
Alma que duele y sigilosa te deslizas
entre brumas y espinas de mágicos silencios
lanzando flechas al aire como dardos con veneno
que bajan lentamente sin saber a quien lastiman
Alma desesperada y sedienta de cariño
empapada de sudor del cuerpo como Afrodita
varias veces exprimida con las manos de Cupido
tendida bajo sol de ojos de fuego que ladrones miran.
Juegos de esperanza disfrazados de margaritas
de te quiero y no te quiero sin principio ni final
entre días que pasan, que pesan y pisan
sentimientos que crecen sin saber a donde van...
Ana Lourdes
Enero 9, 2010.