Ha llegado el momento de vivir hacia dentro, de respirar hondo y sumergirte en este mar de emociones, de sentimientos, de ideas, de pensamientos llenos de vida propia que luchan cada día para no fracasar.
La distancia entre lo exterior y lo que realmente eres sin duda es abismal, esa lucha constante entre el deber y el ser, es abrumante en este mundo lleno de iniquidades y complejidades, es un constante tengo y quiero, casi siempre doloroso.
La vida es solo un momento, un suspiro que cuando terminas de darte cuenta de lo que eres ya es tiempo de partir, ¿es que acaso nunca estamos preparados para vernos tal cual somos? es tanto el temor de vernos a los ojos y descifrar lo que hay dentro de nuestro ser que dejamos de lado nuestras emociones para ser parte de algo o de alguien.
Cada momento vivido, cada palabra, cada lágrima derramada, cada sentimiento de ira en que el que quizá hubo decisiones equivocadas hacen que hoy la necesidad de encontrarse con uno mismo sea imperativa, necesaria e imprescindible.
Cada día, cada sueño, cada sonrisa, cada amor, cada mirada y caricia, ha quedado para ser quien eres hoy, un ser un humano simplemente… extraordinario.
MARISOL HERNANDEZ MANRIQUEZ