Tu marco dental de carmín diáfano
que salta a perita vista,
dista esos, tus fueros calidos,
en lechos de concordia marital,
con plumas desbarrancadas
del mismo infierno parroquiano,
mezcladas, sin remedio, sin afán,
con la estela del amor que,
hubiera podido ser, que,
hubiera, debido ser.
***
Tus montes de hervor desarmado
quedan prestos, en pie de lucha,
a la estrofa de mis armas,
sin rifles de mira, en tu fosa,
armada hasta la médula,
en catres de nadie, tierras de paz
con balas sin centella
del mismo raptor, que
tuvo que ser, que,
tuviera que ser.
***
Tus huevos genéticos ovales
se lamen por los míos,
en la discreción de tu vientre.
Mis huevos genéticos, ovales,
en la bolsa de canguro,
segregan felinos secretos, que,
sacuden diásporas símiles
en los huevos genéticos, ovales,
de tu esposo, y el mió,
de tu error y el mió.