Identificarse Registrar

Identificarse

Índice del artículo

   Rufa era una perra blanca con el hocico castaño. Una noche calurosa y oscura parió tres perritos. La perra estaba muy contenta, comenzó a lamer a sus perritos con cariño. Pero de momento se dio cuenta de algo que la dejó asombrada. Uno de sus perritos era de color verde, muy, muy verde. Los otros eran negros y blancos, se parecían mucho a ella y a su papá. Pero aquel perrito, ¿de donde salio, a quien se parecía?

A la perra no le gusto aquel perro tan feo, aquel animal no podía ser su hijo, era muy diferente. Su color era muy raro, no se parecía ni a ella ni a sus cachorritos. Aquel perro había nacido de ella, pero su color era algo inexplicable, y por esa razón no le gusto aquel cachorrito que no podía ser su hijo. Tomo a sus dos perritos y se fue a otro sitio, dejando a su perrito verde, muy verde, solito y abandonado.

El pobre cachorrito lloraba, tenia mucha hambre. El perrito verde como pudo se arrastro, era demasiado pequeñito. Llego a la puerta de la casa y como pudo se escapo. Cayó en un monte, donde solo había hierba, gusanos, y tierra. Tenía mucha hambre y mucha sed. Había llovido aquella noche y la hierba estaba mojada. El perrito verde comenzó a comer de aquella hierba verde y húmeda. Mientras más hierba comía, mas verde se ponía. Ya el perrito verde se sentía mejor, aunque la hierba no tenía buen gusto, pero le había quitado el hambre y la sed. 

Siguió arrastrándose por el campo, tenía mucho frío. Necesitaba del calor de su mamá y de sus hermanitos. Pero su madre lo abandono, porque no se parecía a sus hermanitos. Vio una cueva pequeña y allí se metió a dormir, estaba cansado y tenía mucho, mucho sueño. Allí no sentía frío, y llorando por su soledad se quedo dormido. Al otro día cuando despertó vio a dos conejos que lo miraban con curiosidad, uno de ellos reía a carcajadas, mientras decía: “¿De donde salio esa cosa tan fea? Nunca en mi vida he visto un perro verde.” Al perrito le dio mucho miedo, se quiso esconder de nuevo en la cueva, pero el otro conejo le dijo: “Te vas de aquí ahora mismo, no se quien eres, esta es mi casa, eres el perro mas feo del mundo, pareces un sapo gigante.” El otro conejo volvió a reír con ganas y dijo: “Creo que vino de Marte, o quizás de la luna, parece una hoja de árbol grande. Vete de aquí, no pareces perrito, eres anormal. ¿Serás de verdad un perrito?” El pobre perrito salio de ahí muy triste, con su pequeña cola escondida entre sus patas cortas y pequeñitas. Tenía hambre y sed. Camino como pudo hasta cerca de un charco, allí bebió mucho agua y se sintió bien, pero tenia hambre, mucha hambre. Vio a unos gusanos corriendo por la hierba, se arrastro hacia ellos y se los comió, también comió de la hierba.  Comenzó a ponerse más verde, mientras mas hierba comía, más verde se ponía. Pero estaba feliz, ya no tenía hambre.

Pasaron los días y los meses, el perro verde crecía, estaba más verde, muy verde. Pero ya no solo comía hierba, buscaba en la basura y se comía lo que se encontraba. Todos le tenían miedo y le huían, su color tan verde asustaba a los demás animales y también a la gente. Pensaban que había venido de otro planeta. Nadie lo quería, y nadie se le acercaba. Dormía en el monte o dentro de los zafacones de basura. De su madre y sus hermanitos no sabía nada, pero siempre los recordaba. El perro verde era un perro cariñoso y bueno, no le hacia daño a nadie, y cuando la gente se asustaban al verlo, el también se asustaba y salía corriendo.

Un día una gente de un circo pasaron por un camino donde se encontraba el perro verde. Estaba comiendo con muchas ganas un muslo de pollo que habían tirado a la basura. Al ver a aquel perro tan verde se asustaron un poco, pero después reaccionaron. Ese animal era muy extraño, algo nunca visto. Si se lo llevaban al circo seria una gran atracción, ganarían mucho dinero. Mucha gente iría al circo para ver aquel perro verde, bien verde.  Pero temían acercársele. Uno de ellos dijo: “Vamos a ofrecerle comida, se ve que tiene mucha hambre, si viene, entonces lo atraparemos.” Así lo hicieron, lo llamaron y le ofrecieron carne roja, arroz, dulces y agua fresca. El perro verde que nuca había visto una comida tan buena, se acerco a ellos muy cariñoso, meneaba su rabo con alegría, pero no ladraba, nunca había aprendido a  ladrar. Ellos lo dejaron comer, lo miraban con curiosidad desde el rabo hasta la cabeza.

Uno de ellos dijo: “Realmente es un perro, pero es muy raro, nunca había visto un perro con un color tan verde. ¿De donde habrá salido este animal?” “No se –dijo el otro – pero parece inofensivo, no es un animal salvaje. Puede ser de Júpiter, parece familia de la iguana. Nos los llevaremos, esta noche debutara en nuestro circo.

Esa noche el circo se lleno, era el debut del perro mas extraño del mundo. Habían muchos hombres, mujeres, pero habían mas niños. Todos querían ver a aquel perro tan raro. Un hombre con una capa negra y un sombrero blanco y negro, presento al perro mas extraño del mundo. Traían al perro verde en una jaula, todos quedaron asombrados al verlo. Lo sacaron de la jaula y cuando el perro verde comenzó a caminar por el escenario, todos soltaron un grito. Los niños pequeños lloraban, algunos salieron corriendo. Un niño como de cuatro años dijo: “¡Yo me quiero ir mamá, eso no es un perro, es un cocodrilo, me va a tragar mamá, yo tengo miedo, quiero irme mamá!”  La mamá se fue con el niño, estaba histérico. Los que se quedaron se acercaban al perro verde, muy verde. Lo tocaban con asco, lo miraban sorprendidos, y le hacían preguntas a los del circo. “¿De donde salio ese animal tan diferente a los demás perros? ¿Por qué su piel es tan verde?” Ellos no sabían que decir y se inventaban historias. Llegaron hasta decir que había venido de otro planeta muy lejano. Una señora lo miraba y lo miraba curiosamente, pero no decía nada. Un niño grande lo pellizco bien fuerte, para ver si era de verdad.

Grupos

Están en línea

Hay 383 invitados y ningún miembro en línea

Concursos

Sin eventos

Eventos

Sin eventos
Volver