El bisabuelo, había visto comenzar a salir de la laguna, a un gigantesco Caimán. Durante toda su vida, solo alcanzo a ver sus fauces, que no cesaban de emerger del agua.
Sus abuelos apenas lograron ver la mitad de la cabeza, y los ojos, y él aterrorizado, espera que termine de pasar la otra mitad de la cabeza...