- -- Señor dame la fuerza que necesito para la lucha.- dice el Guerrero de rodillas, orando al Cristo de madera en la pared del castillo.
- Aprieta su armadura, coloca su yelmo, y saca su espada que brilla como la luna.
- Dos dragones lo esperan afuera, y el tercero está llegando, batiendo sus alas, rompiendo las nubes con su aleteo.
- El guerrero quita de la puerta el bernat. la abre.
- -- ¡ADELANTE!- grita el Guerrero a su encuentro, empuñando y levantando su espada.