Cada vez que hablaba de la guerra, y de que ese era el único camino para solucionar los problemas de la sociedad, al General, le crecían las orejas unos centímetros.
Hasta que llegó lo inevitable, las orejas crecieron tanto que taponaron y bloquearon el trafico de la gran ciudad, provocando un caos generalizado... entonces el general prometió, que no hablaría mas de la guerra, y de pronto por la mentira, se quedo ciego!!