Estaba aburrida con su trabajo, siempre lo mismo, siempre igual. Solo cambiaban las personas, las circunstancias y los sitios geográficos. La repetición del hecho final se había tornado repetitiva y monótona y, después de analizar las circunstancias que ocasionaban su decisión determinó suicidarse pero, por más que lo intento y ensayó todas las maneras, no logró irse de este mundo.
Entonces recordó que era la MUERTE y no podía auto eliminarse.
Edgar Tarazona Angel