Has sido un refugio paras mis días más amargos y cálidos, durante estos años nunca he sido tan feliz y tan triste en un mismo año, comenzaste dándome todo , con playas, mar y sol y buenas relaciones, para después quitármelo en un abrir y cerrar de ojos, quizás fui yo el culpable de mi propia catástrofe, pero somos participes necesarios en esta vida que intenta cambiarnos el día a día.
Durante los meses de marzo me encontré más solo que nunca, con hijos lejos y con escasas posibilidades de mejorar ciertas relaciones, reviví por medio de mi astucia y mi capacidad del conocimiento innato , viaje a conocer las tierras del Che para que mi conocimiento se amplíe y estar en primera persona, mirando sus pasos.
No olvidaré lo días de Jurgen y tu implacable forma de hacerme sentir que estoy equivocado en ciento de cosas.
Fuiste mejorando avanzando los días, si bien la rutina es un verdugo cruel y sanguinario aveces cambia de bando y se convierte en nuestro mejor amigo.
Durante la mitad, el pasado vino a mi encuentro y me descubrió pensando en el, quizás porque nunca tuve las suficientes fuerzas como para soltar las amarras y cambiar el rumbo de mi barco.
Seguímos avanzando hasta coronar mi cumpleaños número 35 viajando a un lugar mágico como machu pichu, siempre con la esperanza de disfrutar más de lo que podían nuestros ojos, no siempre las cosas salen tan bien armadas y calculadas, me encuentro sabiendo que ha sido un viaje sumamente mágico y revolucionario en mi vida.
Pasado los momentos más lindos, vinieron nuevas apuestas, esas apuestas que uno no tendría que apostar nunca, quizás porque mi capacidad fue más sorda que mi lógica, intente nuevamente el amor, para terminar más descarrilado que antes, tal vez porque uno queda con imágenes de personas que hoy no encajan en su realidad.
La vida tiene esa forma tan absurda de darnos la espalda, siempre cuando más necesitamos y encontrarnos de frente con nuestra vieja amiga la soledad.
Hoy ya cerrando este año, me gustaría resumir en que por más que uno busque incansable un mejor destino, es sabido que necesitaremos en nuestro paso un toque de suerte.
Me encantará recordarte, como un año de transformaciones espontáneas y cuasi deformes, porque no sólo hemos cambiado por fuera cientos de cosas, sino que cambiamos internamente.
Cada uno de nosotros tendrá el objetivo de recordarte como el año que fuiste, ojalá yo haya estado a la altura de mis sueños.
No descansaré hasta ver que mi vida se convierta en lo que yo quiera, y no en lo que quieran otros ver en mi, algo tan sencillo es una carcel para la gran mayoría de personas que yo conozco.
Gracias por este tiempo juntos, gracias por haberme albergado tantos sentimientos, ya está puedes irte en paz y darle paso a un nuevo año que no sólo lo haremos sentir fantástico, sino que cada día será una nueva oportunidad para crecer y cambiar el rumbo de nuestra vida, a un destino que sea mejor.
Gracias a esa gente que ha compartido su año conmigo, gracias por esos rostros que se iluminan al llegar, gracias por mi reencuentro con mi hija, gracias por haberme hecho feliz a pesar de las circunstancias.
Hasta siempre bendito 2016, no olvidaremos tu carisma de gente buena ...
Andrés Lacrosse