Recostado en la cama, pensando y meditando, le comentaba a mi señora. Que a veces hay señales y misterios que por muy insignificantes que sean, estas pueden develar cosas y verdades tan inefables que en palabras, he de quedar muy corto y no sabría como explicarlas con gran detalle y elocuencia y coexisten como el aire y el agua, el espíritu y el alma. Le comentaba del sueño que tuve. Esa noche me fui dormí pensando en Dios, Al buscar su presencia, dos respuestas encontré, en la voz de mi hija en aquel sueño, le pude oír, ¡aquí estoy!, y creyendo yo que estaba despierto, le dije! ¡Ve a dormir!, y otra vez me contesto! ¡Aquí estoy! Y me desperté. Y di cuenta de su presencia. Otras señales me dio a conocer durante la semana; como la visita de dos bellos ejemplares de la naturaleza.
-La primera de ellas, -una iguana grande-, de un verde muy singular, las niñas estaban jugando en la sala, se percataron de su presencia y me fueron a dar aviso de la iguana, que estaba arriba de un mueble en la sala, al salir del cuarto la vi, y le dije a las niñas- no la asusten, me acerque y la tome con mis manos y a un árbol la fui a liberar.
-La segunda visita- fue de una hermosa ave, -una tortolita marrón- que sobre el candelabro de mi sala se postró y en breves instantes desapareció.
En la tarde, otra llego, casi a las 6; reunido con mi familia en la habitación, una mariposa, no muy grande oscura y marrón al cuarto entro. En algunas culturas la presencia de mariposas que en sus a las se observan ojos como de búhos, indican que es el preludio de un mal augurio que algo malo puede o podría pasar.
Ya muy tarde, me fui a dormir, incómoda fue la noche y en la madrugada, inefables pesadillas de imágenes y formas abstractas me hicieron despertar, agitado y algo alterado. Durante esa mañana víctima de un atraco frustrado a mano armada con pistola, sobreviví. Yo creo que son señales de Dios y de su poder indescriptible.
En esa la semana me venía a la mente el nombre del escritor León Tolstói; y me puse a indagar y a leer algunos de sus cuentos y me llamo mucho la atención un hermoso cuento: - En donde está el amor, allí esta Dios. Y al finalizar el cuento una cita bíblica de (San Mateo XXV) me llamo la atención: “Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis”. Todo ello me puse a pensar y meditar y al leer la biblia encontré algunas respuestas y señales.
Isaías 7:11 (RVC) «Pídele al Señor tu Dios una señal. Pídesela de las profundidades de la tierra, o de las alturas de los cielos.». Las respuestas fueron dadas. Quizás piensen que soy muy religioso y un fanático creyente, pero con gran veracidad de lo que me ocurrió en esa semana, me di cuenta de su gran poder, y ello no solo suele ser una mera casualidad.
RAR/2021 VLP. GUARICO. VZLA.