Entiendo y respeto a quienes no gustan de la navidad por la exagerada comercialización que se ha hecho de esta fantástica leyenda; sin embargo, y aceptando la lógica de esta crítica, sí es absolutamente evidente que el espíritu navideño alienta las emociones más nobles en todas las personas de todas las condiciones.
La navidad es fundamentalmente compartir, compartir genera alegría y esto produce un gran bienestar tanto físico como emocional. El espíritu alegre y fraternal de la navidad es tan contagioso que en estos días escuché a un gran personaje del periodismo nacional narrar cómo hizo él el pesebre en su casa; este hombre que se autodefine como ateo, describió detalladamente algunas de las figuras del portal de belén, habló hasta del nacimiento del niño Dios…
A mí sí me encanta la navidad; con plata y sin plata siempre habrá amor y esperanza suficientes para compartir besos y abrazos con la familia, los amigos, los vecinos, los compañeros, etc. la fuerza y el poder de la energía navideña alcanza hasta para bendecir a los enemigos.
Desde el más puro de mis sentimientos les deseo una feliz navidad a todos, que el compartir en familia, amigos, vecinos, compañeros, etc. les genere la paz y la tranquilidad que son el bálsamo que cura el cuerpo y ensalza el alma…
Un beso
Un abrazo
Feliz Navidad
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