Esta pandemia, que ha convulsionado el mundo y causado tantos estragos de todas clases, ha servido, también, como filtro de emociones para seleccionar afectos y sentimientos. Esto lo digo por lo que me ha sucedido personalmente y a mis contactos más allegados.
En WhatsApp y Facebook se intercambian saludos y mensajes de amistad y amor con TQM, abrazos y promesas y juramentos de amor eterno… pero eso son solo palabras y estas se las lleva el viento, como se decía hace unos años. A la hora de la verdad los supuestos amigos y hasta los familiares se hacen los pendejos ante las necesidades del gran amigo que les solicita un favor en estos momentos angustiosos.
Siempre he sido de muchos conocidos y pocos amigos, algunos los conservo desde la infancia y respetamos los límites, no nos pedimos favores y, cuando por alguna razón lo hacemos, estamos seguro de que este se hará efectivo, pero, casi a diario me llegan mensajes angustiosos de personas que ni conozco, recomendadas por alguno de mis verdaderos amigos y, al preguntarles, tampoco conocen a tal persona, aprovechan las circunstancias para pedir, y aquí viene mi pregunta, basada en el conocimiento que tengo de algunos pedigüeños con miles de amigos en Facebook: ¿Dónde están esos extraordinarios amigos de abrazo y beso?
Lo que me parece más curioso es que “amigos íntimos de toda la vida” se distanciaron porque alguno de las partes pidió ayuda invocando esa amistad. También parejas con “mucho amor” ser abrieron porque uno perdió empleo o está en la física olla. Ni que decir de algunas familias que relegaron a los más necesitados a pesar de tener medios ´para ayudarlos. Por eso el título del artículo y me pregunto: “¿Qué se hicieron los amigos y los amores”? Por lo visto no existía amor ni amistad, que deben superar todos los obstáculos en la vida.
Edgar Tarazona Angel