Saber que no estamos en este momento
convenciéndonos de cambiar
Quizás por eso frente a este evento
Veo mis sueños y solo me siento a esperar
Como fue el remordimiento aquel
Que sonaba como pupitres de infantes
Mis pensamientos han creado un torre de babel
Y me encuentro solo como casi siempre
Sospechando un día de volver a encontrarte
Ya no es tiempo de causas
Ni de botones ya abrochados
Nadie entiende bien el surco
De los sueños ya logrados
Y nos encontramos mirándonos
Como jóvenes adolescentes
Sin miedos y sin respeto
Más bien con deseos más presentes
No hace caso ya el olvido
Ni presumo nunca tu ausencia
Solo busco mi destino
Y espero con ansias tu presencia
No tengo nada, ya lo he dicho
Como campanas que resuenan
en lo profundo de la mente
mientras mis pensamientos sufren
Cada uno su propia condena
Yo no era para ti, ya lo sabía
Ni buscaba en perfiles tristes ironías
Mi cama hoy descansa en mi sueños
Viendo pasar delante mío tu propia vida
Tardes de lloviznas amargas
Días de tertulias divinas
Cada cual esperan con ansias un momento
Donde demostrar nuestra propia valentía
Y mis versos te buscan callados
Como pétalos moribundos
Lo mejor será ya no verte
Mientras permanezca en este mundo
Ya la brisa no es eterna
Ni confundo ya amor con desenfreno
Quizás la elegancia de los sueños
Sea más que un amor eterno
Aquí estoy yo mirando el mar
Sin compañías ni testigos
Mi destino no ha encontrado otro rumbo
Más que el de experiencia de este mundo
Y me quedo en silencio
como un árbol desterrado
ya no espero nuevas rosas
ni capullos encontrados.
Hasta siempre, alma mía y viajera
no es tu culpa, culmina un etapa
solo espero que mi arrogantes manos
tengan el coraje de esperar la primavera.
Andres Lacrosse.
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