Me siento solo
Como un niño abandonado.
Es una sensación dolorosa
Que me llega cuando veo tragedias ajenas
Y soy impotente ante ellas.
Ecuador me dolió y me duele
No solo por mi familia de allá.
Me lacera ver los rostros desolados
De quienes perdieron todo…
Me lastima el alma la destrucción
Y el desamparo reflejado en tantos seres
Que buscan entre las ruinas un mendrugo
Para llevar a la boca.
Allí estaba mi hermano Néstor, en Pedernales
Y por un milagro salió ileso
Pero perdió todo menos la vida.
Como él, son miles a comenzar de cero
Porque quedaron como ese niño abandonado
Y sin madre que lo abrace
Y le dé el beso de las buenas noches.
Por fortuna, muchas almas en el mundo
Pusieron su granito de arena
Para empezar de nuevo
Como una madre adoptiva
Que recoge al niño solo y huérfano.
Edgar Tarazona Angel