Amor, tanto te he soñado, tanto...
que por haberte soñado
de ésta manera,
en cada sueño
quedose mudo el corazón.
Pobre Corazón inerte,
ya sin esperanza alguna,
se me ha quedado muda
la voz.
Tanto te he soñado tanto...
que de primavera cubrí mi llanto,
de verano el cuerpo
y de otoño el sentimiento.
Para que mi alma no sepa
que te has ido lejos,
tan lejos...
¡Pobre corazón inerte¡
¡Tan solo te has quedado¡
en mi pecho dormido,
queriendo aún latir.
Latir, para vivir, y vivir
para seguir muriendo.