Cuando pienso en las cosas bellas que conozco, que he visto y he vivido siento como mi corazón se calla ante la emoción de recordar, siento como mi cuerpo se deshace por la ansiedad de no poder volver.
Siento en mi alma la necesidad de llorar, de reír y de sentir furia, veo como las cosas pasan delante de mí, como si no existieran para mí y mi corazón se esconde para no vivir, mi mente tortura a mí ser para no extrañar.
Empiezo a creer que mi realidad es un argumento mal escrito, lleno de malas ideas, empiezo a preguntar en qué momento estoy y la respuesta es un solo un vacío cubierto de complejidad.
Cuando cierro los ojos e imagino una sonrisa que ayer era libre, siento el silencio, mi silencio llorar por no poder vivir.
No encuentro una razón para callar la voz dentro de mí, ¿y qué si grito? ¿Y qué si río? el reflejo se vuelve sordo sin razón para sentir.
Siento como mi corazón se calla ante la emoción de recordar, siento como mi cuerpo se deshace por la ansiedad…de no poder volver.
MARISOL HERNANDEZ MANRIQUEZ