Las farolas se encienden y creo verte correr descalza,
la nieve gira nocturna por si cantas sola mientras bailas;
y la noche guarda oscuridades, menos tu sombra,
y la oscuridad se niega a olvidar tu mirada, en mi casa,
en la calle más triste de mis entrañas.
Alguien bajo su sombrilla sonríe mientras espera
el amor o su amor con el beso que su boca más saborea;
y la madrugada acecha dentro de su reloj,
y el tiempo se disuelve a su derecha, por si llega,
dejando crecer azucenas negras.
¿Quién corrió frente al espejo y me olvidó?,
¿Quién dice que mis flores son de cartón?
porque hasta aquí sentí su alegría, y no era por mí,
porque leí mi nombre en la carta
que nadie terminó.
*
Me aferro al viento que pasa y congela mi nostalgia,
me aferro a la piel que se deshizo ante mis palabras
porque sintió todo mi amor cuando yo la besaba,
porque nunca creyó que temblaría cuando yo la desnudaba
mientras la calle se ilumina, y yo
creo verla siempre correr descalza.
*
Me pregunto si alcanzó a marcharse muy lejos de mí,
pregunto si no extraña mis ojos al verla siempre sonreír,
¿a dónde se habrá ido con su abrigo de bandera?,
¿dónde volvió a correr descalza y feliz, sin decir
que dejó a alguien viendo la nieve morir?...