Jesús eres el eterno solitario
te quedaste en el sagrario esperándonos
y muchos pasan indiferentes.
Otros aún te ignoran
te fuiste pero al mismo tiempo te quedaste
Con nosotros en la iglesia
Y en las almas que viven en gracia de Dios
¡Señor cuanto nos amas!
Eres tan paciente y humilde
Soportas todo sin quejarte
tantos agravios Señor.
Tan sofisticados y no dejamos de ofenderte
tu Señor solo esperas y callas.
Jesús que mi alma sea tu sagrario
donde puedas descansar tranquilo
Como cuando dormías en la barca
En medio de la tempestad
los apóstoles tenían miedo
Señor auméntanos la fe
Para que no nos reproches
la falta de fe
Jesús mío quédate conmigo
Aunque es tan poco lo que puedo ofrecerte
porque Tú fortaleces mi debilidad
Donde la dicha es eterna
Gozando de la visión beatífica
para siempre en el cielo
Voz eres la eterna y verdadera felicidad.
Delia Eloísa Dousdebés Veintimilla
20/11/2018