Podría claudicar mis sueños
sino contempló un instante tu hermosura
Tal vez las mañanas no se cansan de tu abrazo
cuando uno confunde fe con amargura
¿Tan llano puede ser el horizonte?
que busca incansablemente su destino
quizás el susurro ajeno de tu boca
tropieza torpemente con el mio
Soy busca de tropeles imposibles
capaces de encuadrar nueva aventura
el tiempo perseguido y siempre ciego
ha aprendido a esperar como un mendigo
No importan en este tiempo ya las clases
ni se toma el cafe con elegancia
quizás el destino sea amargo
cada vez que nos vestimos de arrogancia
Así somos, unos pocos y enredados
buscamos en los libros diferencias
para confundir virtud con apariencias
y develar secretos bien guardados
Andres Lacrosse