Los fantasmas volvieron
Y con más fuerza que antes.
Más vivos y más sedientos
E improbables
Ahora el recuerdo es la dama que nos acompaña
Con su vestido gris e inmaculado
Porque el recuerdo agobia
Y atormenta
Y también concreta y aproxima
A la verdad propia
Para buscar los caminos personales
Y hundirnos en el más cruel de los lamentos
Y en la sonrisa más humana que podamos exhibir.
Sólo en nuestro sepulcro
Se concretará el alma
Al llegar a nuestra propia muerte
Y no saber nada...
nada...
De nuestra existencia