Hoy entrégame todo de ti,
tu legado determinante
prevalecerá imperante habitándome.
Acepto la subyugación
siendo la adoratriz de tus deseos errantes
complaciendo reiteradamente cada uno de ellos
en la cadencia que dicte tu cuerpo,
indigno movimiento que hipnotiza la razón y revela secretos.
Emancipándome en ti fulmíname hasta vaciarme,
elude toda decencia ultrajando mis miedos
hasta desbastarme emprendiendo un camino siempre de regreso
enséñame a extrañarte idolatrando nuestra continua implosión
durante un acto impuro a la vista de algunos
y excelso ritual entre nosotros.
De tus manos recibiré caricias con verdad inalterable,
no mientas por compasión, hiéreme por gratitud y lealtad
aún cuando el perjuicio signifique abandono.
Hónrame con tu devoción mientras el latido exista,
de lo contrario siega cualquier acción fingida.
Esta peregrinación hacia ti mi Santuario de Orquídeas multicolores
es perecer en tu poesía, ensordecer con tu música
y levitar en tu mirada todos los ocasos de nuestros días.