Culto con cultura y sabio con sabiduría
mi abuelito así era cual soldado
como un caballero de oro forjado
y con la vida vacía de adulerías
A mi cargo me supo guíar
y su imagen en copia quiero tener,
mas en calidad de sombra he de caer;
y como su reflejo he de caminar.
Hablando criollamente el francés,
amigos de los números y las letras,
constructor de abstractas marionetas;
y acompañado siempre de su Rancés.
Mi erudito abuelo ya es ahora eterno
y su magia proyectada solamente ha sido;
los tropiezos en los que hubo caído,
son la perfección resguardada del infierno.
Padre, abuelo, consejero, maestro y guiador
si lo idolatro como mi dios es un pecado,
entonces que venga a mi ese divino recado
porque soy obra de aquel místico forjador.
(Del poemario: Retrato de Familia)