Me importa que…
mis principios perduren en las buenas costumbres
que heredé de mis padres y prosperen en mis hijos
y en los hijos de sus hijos en arraigo y virtudes…
Me importa que…
los recuerdos del tiempo sean aquellos intensos
que marcaron la senda de indudables aciertos
y se olviden deprisa los pesares marcados de tropiezos…
Me importa que…
se aferren a la vida con la plena confianza
con el firme argumento de razones y hechos
de saber que “su raza” predicó en los ejemplos…
Me importa que…
reconozcan la senda que dejaron mis pasos
y sus huellas renueven sin torcer el camino
el sinuoso sendero… lejano de fracasos…
Me importa que…
al llegar al ocaso de mis años cansados
les sepa tan íntegros respetuosos y amados
que me entregue feliz y sonriente al letargo.