de sudor y silencios,
de canto de cigarras,
de miradas infinitas.
Aquellas tardes de brisa.
de horizontes azules,
de aguas cristalinas,
y sabor salado.
Aquellas tardes de dicha,
de sosiego y risas,
de olas y barcos, perseguidos
por gaviotas bulliciosas.
Aquellas tardes de verano,
tardes calurosas del recuerdo,
quedaron para siempre en mi memoria.