Mendigos, soñadores, ebrios, locos
los que se van y los que llegan;
importa poco,
que sean menos o muchos
porque aun
las heridas sangran
las gangrenas pudren
las envidias matan.
Adios¡
a los desesperados
que viven en el valle de la ausencia
olvidados por el mundo;
en donde despedazaron sus manos
para luchar por él,,,
pero ya nadie se acuerda de ellos.
Ahora sus rostros parecen acordeones
y los golpes de la vida se les llevaron los dientes
ya no les queda más que recordar su antigua ruta
y ver como las hienas se tragan
las pocas migajas que dejan.
Esperar los minutos últimos
mientras la decrepitud
borra sus recuerdos
y su humanidad queda atrapada
en una amnesia incurable...