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Intenté escribir un artículo de humor como Cursillo de espanglish pero me bloqueé, entonces se me ocurrió una crónica donde el personaje central es un conocido mío que siempre pretendió hablar inglés y armaba unos enredos idiomáticos de todos los demonios. Debo aclarar que me baso en modismos usados en Colombia y algunos parecerán extraños para los lectores de otros países. Entre paréntesis doy la explicación pertinente y, al final, el significado de algunos modismos.

Nuestro personaje es uno de esos especímenes que se dan uno en varios millones, esto para significar que no es nada común encontrar otro como él en la fauna social. No me refiero a su aspecto físico, para nada, era su manera de actuar y de pensar lo que lo convertía en un ejemplar diferente y, por ese motivo,  destacaba entre todos sus coterráneos. Su nombre era uno de esos que abundan en los países conquistados por los españoles: Carlos, y su apellido, no tan común pero también de herencia española era Buendía, igual que la familia de “Cien años de soledad”; pues bien,  para distinguirse se autodenominaba Charles Goodday.

Ante todo, el hombre inventaba a diario métodos para abreviar las tareas corrientes que realizan los seres humanos y daba soluciones para lo que los demás tenían otras respuestas; para que me crean doy dos ejemplos relacionados con dolencias comunes: un resfriado y una torcedura de un dedo. Cuando alguien se lo encontró, aquejado por un resfriado, de esos que dan con frecuencia y nadie sabe la curación, nuestro amigo le dijo:

-          ¿Sabe como quitarse ese resfriado, amigo?

-          Noooo, si lo supiera lo haría, ya llevo tres días con este malestar tan fastidioso.

-          Es muy fácil –le contestó Charles- si esta noche hace mucho frío y está lloviendo, suba en calzoncillos a la terraza y reciba ese aire unos diez minutos.

-          ¿eso me curará?

-          Pues no -dijo nuestro héroe- , pero se le convierte esa gripita que no tiene curación conocida, en una pulmonía doble que si tiene tratamiento médico.

Para la torcedura de un dedo su receta era como sigue:

-          Mire mi hermano, un esguince tiene muchas complicaciones y se demora demasiado la curación. Más efectivo es coger un martillo y con un buen golpe fracturarse la parte magullada, entonces le enyesan toda la mano y, no solo se le cura sino que le dan incapacidad laboral para que deje de ir a trabajar unos quince días.

Según él, los artículos nacionales eran una porquería y todo lo extranjero de gran calidad, comenzando por el idioma. Odiaba sus orígenes humildes y su condición de pobre, de manera que para sobresalir empleó todo lo que le dictaba su mente y practicaba una mezcolanza idiomática que hacía reír a casi todo el mundo o dejaba en duda su salud mental a quien lo escuchaba. Claro que también causaba unos enredos de campeonato. Como no tengo afán y supongo que ustedes tampoco, voy con despacio y dando ejemplos.

Una de nuestras hermosas damas de la ciudad donde se desarrolla la historia le preguntó si había visto a su amiga y Charles contestó:

-          I love you

-          ¡Imbécil, que se está creyendo, cómo que me quiere, gran pendejo!

-          Pero si yo lo que le quise decir fue que: ahí la vi yo, pero en inglés.

-          Mejor hable en castellano, idiota…. Y la bella se fue disgustada.

En una época estuvo promocionando un curso de inglés para principiantes con clases personalizadas pero después de la primera clase nadie tomaba la segunda, su método no tenía nada de científico y era el producto de su sentido de observación y capacidad de establecer relaciones entre palabras de los dos idiomas en cuestión, el español y el inglés, de manera que el asunto funcionaba algo así:

Si estaba haciendo calor pedía a la estudiante o él alumno de turno que abriera la ventana en estos términos:

-          Please baby (o boy, si era el caso) open de window for entre the air. (Por favor nena, abra la ventana para que entre el aire)

Para realizar ejercicios de complementación en clase, pedía al estudiante de turno, en términos muy comedidos, eso sí:

-          In your notebook repeat ten veces the sentence I yes se speak English; (En su cuaderno repita diez veces yo si se hablar inglés)

Como no quiero cansarlos, paso a mostrar apartes del cuaderno de apuntes de Charles Goodday:

 

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