EL ASTRO QUE SE NEGABA A BRILLAR.
Hubo una vez, en el firmamento del cielo, un astro que se negaba a brillar, porque estaba aburrido de girar y girar, sin cesar, sobre sí mismo, él pensaba que no había motivos suficientes para encenderse y regalar su apreciada luz a todo aquello donde sus ojos alcanzaban ver.
Para que voy a brillar? - Decía el astro- Si no hay nada a mí alrededor que sea importante a lo que yo pueda alumbrar. Prefiero estar aquí, en este lugar sereno y sombrío, mirando a mí alrededor, allá arriba a aquellos que gastan su luz y energía, que me llega a mí, millones de años después y ya son tan viejos y gastados y quizás, ya han perecido.
Pssss, prefiero seguir bamboleándome en este lugar, mirando a los demás brillar, al fin y al cabo, a quien le importa lo que yo pienso.
Y colgó su gran hamaca, saco sus piececitos, enlazo sus brazos por detrás de la cabeza y empezó a mecerse perezosamente, sumergido en sus pensamientos con la mirada firme y perdida en el purpura ancestral del universo entero.
En aquel lugar no muy lejano al astro, había un pequeño planeta que había viajado desde muy lejos y buscando un nuevo lugar donde habitar, allí conoció a otro grupo de planetas y decidieron pedirle ayuda al gran astro dormido.
Al pasar el tiempo el astro, empezó a escuchar varias voces, que giraban a su alrededor, que le decían, ¡astro, astro, astro! Por qué? Tú no alumbras?. Estamos aquí como barcos a la deriva, dando tumbos a tu alrededor, chocando entre nosotros, y tu hay, dormidote, tranquilote, y nosotros que somos un conjunto de planetas necesitando una guía que nos oriente. Así como los faros en las costas de los mares y los océanos, que giran y giran dando su luz para que las embarcaciones cercanas puedan llegar sin contratiempos. De igual forma necesitamos que nos ilumines; ya que sin tu luz y tu calor nos estamos congelando, y no logramos desarrollarnos y crecer como buenos planetas. Tenemos mucha metas y objetivos que cumplir pero sin tu ayuda, nada podemos hacer.
Astro? Quizás hayas observado, allá en otros sistemas la importancia de brillar y dar luz. No has pensado en eso?
-El astro conmocionado y asombrado! Bajo su vista y observando hacia los lados. ¡Dijo!, quien me habla? ¡Pensé que estaba solo; pero es la primera vez, en tanto tiempo que escucho a planetas, girando a mi alrededor y hablándome. Por qué? No lo habían hecho antes?
Astro, es que tú siempre estabas mirando hacia arriba, y nunca volteasteis, tu vista hacia los lados, acaso no escuchabas el sonido de nuestros cuerpos chocando a tu alrededor?
Para serles sinceros, ¡ni pendiente, diente! Gracias por hacerse notar.
Astro ya que sabes que existimos nos vas a ayudar?
Amigos planetas, Claro que los voy a ayudar, pero necesito un favor, ya que soy un astro de gas y otros compuestos, necesito un leve empujón, un leve choquecito para encender mi luz, o si el amigo cometa me lanza alguna chispita. Y calentar lo suficiente.
Claro astro y el propósito del choque es producir chispas, ya que la mayoría de nosotros estamos conformados por hierro y otros elementos, así que prepárate, a ya vamos.
El astro dijo- Al fin, tengo un propósito de vida, y son ustedes, y se los voy agradecer hasta el final de mis tiempos, mas nunca me sentiré solo y mi luz será de ustedes al servicio de aquellos que la necesiten, esa será mi misión.
Y entre empujón y empujón, un choque y otro, crearon suficientes chispas, los planetas que llegaron a encender al gran astro que se convirtió en un sol que deslumbraba magnánimamente con su ejemplar esplendor a todo el espacio y más allá. Su luz la dio al servicio de sus amigos los planetas y brillo por siempre en el firmamento del universo y las galaxias.
En el universo entero se escucharon voces de alegría y una enorme algarabía, dándole la bienvenida al nuevo sistema solar, formando una tremenda fiesta que aun palpita en el infinito estelar.
R.A.R-06-2019