Identificarse Registrar

Identificarse

Cruzando casualmente la vidriera, sus miradas se encontraron. Fue un flechazo. El perro se aproximó,  agitando caderas y cola, como un rito africano. El hombre hizo el cuchi-cuchi de siempre con el que creía imitar a un bebé. Siguieron un rato.

Ya estaba decidido. Entró al negocio. Cuando el empleado se acercó, le dijo:

 -Una pregunta, ¿A cuánto está el humano?

© Carlos Adalberto Fernández

Por favor comparta este artículo:
Pin It

Bienvenido a la comunidad de escritores, poetas y artistas del mundo.

 

Aquí podrá darse a conocer, conocer a otros, leer, disfrutar, compartir, aprender, educarse, educar, soñar y vivir el mundo de fantasía que hay en todo artista.

 

¿Quién sabe? ¡A lo mejor también es uno!

Lo más leído

Están en línea

Hay 289 invitados y ningún miembro en línea

Eventos

Sin eventos
Volver