El cielo se puso gris abruptamente.
Él tomó la chiva vieja en la parada antes de que cayera el palo de aguacero.
La chiva cruzó en la esquina y quedó flotando sobre el crecido arroyo.
Por la ventana vio pasar su juego de comedor y la mesa de jugar dominó.
El perro y el loro pasaron de largo sobre un colchón deshecho.