Todas las noches se acostaba con su perro consentido, él en la posición normal y el animalito a sus pies sobre las cobijas, cuando estaba muy frio el ambiente lo dejaba meter bajo las frazadas junto a él y dormía abrazado al animal.
Una noche soñó que se levantaba al baño y luego pasaba a la cocina donde escogió el cuchillo más afilado; en medio del sueño se vio a si mismo acercarse a la cama y apuñalar a su mascota repetidas veces hasta causarle la muerte, después retornó al sueño plácidamente hasta el otro día.
Despertó con una rara sensación en la mente y en el cuerpo, sintió el calor de su perrito debajo de las mantas y humedad pegajosa en las piernas; al destaparse dio un grito de horror que luego se le atragantó y quedó mudo, casi sin poder respirar… su amado compañero, su querida mascota estaba sin vida en un charco de sangre y en su cuerpo se notaban las heridas de arma blanca.
Edgar Tarazona Angel