A causa de la cuarentena y la disposición de no salir, necesaria por la salud, a la mayoría todos los días nos parecen iguales. Los que trabajan desde la casa deben sentir alguna diferencia, pero los que realizamos actividades artísticas o artesanales cada día es idéntico al anterior y, con toda seguridad, se repetirá al siguiente.
Otros que no sentirán el paso de los días calendario son los vagos, de todas maneras, no hacen nada y cada 24 horas para ellos es igual a las anteriores. Para los campesinos que solo salen a los pueblos los días de mercado no deben extrañar mucho esto del encierro obligatorio, ellos siguen en sus actividades cotidianas y extrañarán el domingo, cuando van a misa y se encuentran con sus compadres y comparten unas cervezas.
Pero ¿por qué el titulo del artículo? La razón es sencilla, para la mayoría de los habitantes de este país y tal vez del mundo, es un día de descanso que se dedica a dormir hasta tarde, ver TV, compartir con la familia y otras actividades dentro del hogar, claro está que la diferencia es que no se puede salir a los parques, a los centros comerciales, a cine o al estadio a ver fútbol.
Mientras no pase la pandemia todos los días serán similares. Muchas personas están aburridas o desesperadas, ya me han informado de tres intentos de suicidio de conocidos míos que no soportan verse confinados en su casa. Yo aprovecho el tiempo haciendo lo que más me gusta con solo la compañía de dos gatos. El tiempo es una circunstancia que debe aprovecharse.
Me han llamado amigos aburridos para preguntarme porque no me aburro y al responderles me dicen: no me gusta ver películas, no escribo, no pinto, no hago artesanías, no me gusta escuchar música, no tallo la madera… Los considero, debe ser desesperante no saber hacer nada.
Edgar Tarazona Angel