Pierdes el pulso … la mirada te controla, te paraliza y te amedrenta… si, son mis ojos que te asfixian al mirarte bajo el humo de esa llama intensa que te consume mientras esperas que el calor me invada… y mientras hablas mas fuerte … mi silencio se hace largo…
Esa mirada helada que te atraviesa la carne como una espada, te aturdes con el eco sórdido de tus palabras que no arrancan respuestas…y mientras te miro… como a un extraño que nunca conocí…que nada tiene que ver conmigo, ni con mi mundo…, te dejo fuera por que así no puedes llegar donde estoy, así nunca podrás alcanzarme.
La vida me enseño a ser así… a olvidar lo amargo, a ser sorda para las cosas que no quiero escuchar y ciega para lo que no quiero ver, puedo abrazar sin rencores y blandir la espada en defensa de una Mariposa perdida con el ala rota…
Y sin pensarlo dos veces… te dejare ganar una partida para verte reír… pero aquí dentro…donde se gana la guerra de la vida… ganamos los dos, tu… por que eres como eres… y yo… por que siempre seguiré siendo yo.