TÚ ERES EDÉN.
Eres tú Señor Jehová el mismo Edén,
En ti reposa la herencia que has guardado para tus hijos,
En ti está plantado el Jardín de vida y maravillas,
De ti mismo sale el río que riega el huerto,
Aquel río que se divide en cuatro brazos,
En ti está plantado el árbol de la vida
Y el árbol de la ciencia del bien y del mal,
Entre los cuatro ríos está el Jardín,
Los dos árboles de ti brotan,
Pero pese a ello me has dicho:
“de todo árbol del huerto podrás comer;
mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás;
porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”
Pero el hombre ha hallado placer en el árbol prohibido,
Por eso le negaste el árbol de la vida,
Confundiste sus caminos a fin de escondérselo,
Pero ahora nos has mostrado tu derecha,
Y en ella has puesto a nuestra disposición el árbol de la vida,
Pero necesario es rechazar tu izquierda para tomar de tu derecha,
Pusiste, pues, en tus manos dos opciones,
En una, la derecha, la vida,
Y en la otra, la izquierda, la muerte,
Verá el hombre si toma de tu derecha,
O verá el hombre si toma de tu izquierda,
Un día sé que botarás y quemarás aquello que ocupa tu izquierda,
Y escogerás todo aquello que esté en tu derecha,
Yo nací en tu izquierda, ahí anduve y ahí respiré aire pesado,
Aire contaminado del mundo,
Pedí morir a mi primera luz, porque pude ver que tu derecha guarda mejor destino,
Y tú me concediste la muerte en tu izquierda, y me has hecho vivir en tu derecha,
¿Qué he de hacer para que no me vuelvas a tu izquierda?
No ver hacia atrás, y no anhelar lo que de mí hice morir,
Porque si volteó, estatua de sal seré,
Inerte como árbol seco seré,
Por eso ansío mejor la savia de tu derecha,
Y desecho la savia de tu izquierda.
En tu izquierda están las pequeñeces y,
Tú me has dicho “los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán”
Entonces, mejor esperaré el día de las grandezas,
Estas están en tu mano derecha, Jesús es tu diestra,
En Él está mi esperanza, no envidio por tanto a los que comen en tu izquierda.