Ayer te ahogué junto con mí viejo yo en esa inmensidad salobre que tanto amo... Notarás acaso que porque te amé tanto fui a dejarte libre dónde siempre soy feliz. Entenderás algún día que mi sentir será infinito, ahora ya no es más razonable amarte, solo puedo quererte, por un par de motivos que a cada instante dicen que soy su mamá y por ello te estaré siempre agradecida.
Ya te perdoné, me perdoné a mí misma y comprendí que el acto de amor más valiente que pude haber vivenciado fue dejarte para que solo la vida nos enseñe lo que juntos no supimos aprender.