Forcé mi corazón a querer a alguien que ya me había dejado en claro que no quería absolutamente nada, no quiero reprocharle, pero no he podido dejarla ir aún.
-¿Saben por qué?
Me educaron de una forma que es tan diferente ante la sociedad, hasta a tal punto de tener tan concreto de que si quiero algo realmente no debo dejarlo ir, y en verdad la añoro. Estando en su costado siento como si el aire no pesara, como si anduviéramos sobre las nubes levitando, en dónde la realidad es otra. Sus suplicas en dejarla en un pasado irremediable no concuerdan, no puedo, mis lágrimas brotan al no entender por qué no me quiere.
Me observo al espejo y lloro, lloro al saber que no siente ni lo más mínimo por mí, lloro porqué poco a poco pierdo las esperanzas, soy vulnerable ante su voz y sus caricias, debería dejarla, pero este corazón rema en contra de toda corriente más y más.
Tiene un nudo en su mente que no puede descifrarlo ella misma, esta llena de inseguridades las cuales la hacen entrar en un círculo que no tiene salida, pero en medio de su caos me arrastra causándome heridas que ni en siglos se curarán, la voy a dejar, lo prometo, dejaré que este amor desvanezca poco a poco, solo déjenme volver a nacer.
