Vela número 28 (color: verde), 28 pasteles de chocolate, 28 cumpleaños, 28 años en esta vida… Supongo que no sé cómo comenzar a escribirte, no sé si alguien más lo haya hecho antes. Solo te pido que leas hasta el final.
Tengo 28 años, hoy es mi cumpleaños. Nací el 15 de abril de 1987 a las 12:05 a.m. Mi nombre es Celeste Casablanca, soy la menor de 3 hermanos (dos mujeres y un hombre). Actualmente vivo sola en un pequeño apartamento, trabajo como diseñadora en una agencia de publicidad. Estudié diseño gráfico, no es mi gran pasión pero necesitaba obtener un título (por mis padres) y mantenerme con un sueldo. Nunca antes había escrito algo, ni siquiera los ensayos en el bachillerato los hacia yo, le pedía a mi hermano menor que los hiciera por mi (él es muy talentoso con esto de la escritura). Estoy soltera y hace más de 5 años que no tengo una pareja estable, mi último novio era un compañero de universidad el cual entendí que era muy diferente a mí, tenía ambiciones diferentes a las mías.
En fin, ya creo que conoces lo suficiente de mi vida, lo necesario para comenzar con lo que de verdad me interesa contarte. No sé cómo llamarlo, me imagino que para muchos puede ser un don, un poder, un síntoma de alguna enfermedad mental, pero yo prefiero tomarlo como otra parte de mí. De hecho, me gusta llamarlo “Mi otra parte”, algo así como lo más oscuro de un asesino en serie (no te asustes, espero no te moleste mi sarcasmo).
Cada 15 de abril a las 12:05 a.m. tengo que dormir, es enserio, no importa lo que pasé, dónde esté o con quién, a esa hora me duermo. Hoy, por ejemplo, me caí dormida en la acera, me rompí la cabeza y estás leyendo a un fantasma… No mentira, es otra broma. Mejor dejo de hacer esto, no creo que sea tan gracioso como si estuvieras al frente de mí y pudiera reírme de ti. ¿Ves? Ya me perdí, definitivamente esto de la escritura no es lo mío.
Retomando la historia, duermo 12 horas exactamente, a las 6:05 p.m. despierto. La primera vez que mis padres lo notaron fue cuando tenía 7 años, ese año es cuando comenzó todo esto, en realidad no sé si antes habría ocurrido pero a partir de ese año es que recuerdo a detalle el sueño que tengo durante esas 12 horas. No sé si llamarlo sueño, pues no es algo que se parezca a los sueños que tengo el resto del año. No he hablado de eso con nadie, no quiero que piensen que estoy mal de la cabeza, así que he callado esto por 21 años.
Mi otra parte consiste en que durante esas horas ocupo otro cuerpo, si otro cuerpo. Durante ese tiempo, que para mi realidad son 12 horas, para la realidad del cuerpo que habito es un día completo (24 horas). Son días como cualquier otro para esas personas, vivo cada minuto de su día, sintiendo sus emociones, casi todo lo que sus sentidos perciben: al despertar recuerdo lo que han visto, tocado, olido, saboreado pero no lo escuchado (esta parte no la tengo muy clara, supongo que para todo existe un limite).
Según lo que he podido deducir, solo puedo recordar lo que ellos sienten con intensidad, me explico: no puedo recordar una frase que hayan leído en un periódico si esa frase no les hizo experimentar algo especial, puede ser felicidad, odio, remordimiento o cualquier otra emoción pero debe provocar algo dentro de ellos, es decir, algo en Mi otra parte. Como podrás imaginar, no puedo controlar nada de esto, por más que he intentado dominarlo, él me domina a mí. No controlo todo lo que esa persona hace durante el día en que la habito, solo percibo sus emociones o sentimientos y puedo llegar a expresarlos si estos me impactan lo suficiente.
No importa la edad, sexo, clase social, ciudad, ni la época, he vivido 28 vidas ajenas por un día. Recuerdo el rostro de cada una de esas personas y contaré las vidas (días) más relevantes. No te prometo que te encantará todo esto, algunos son más entretenidos que otros, unos te parecerán más emotivos y otros sin sentido. Pero al final, todos tuvieron algo que yo recuerdo con intensidad. No sé sus nombres, supongo que si los he leído no son lo suficientemente importantes como para recordarlos. Por tal razón, he creado un simple sistema de códigos que consiste en dos siglas que corresponden al sexo y la etapa de la vida de la persona; por ejemplo MA significa mujer adulta, H hombre, J joven, N niño, P persona mayor. Luego de estas dos siglas sigue la edad en que habité sus cuerpos, es decir, el número de mi cumpleaños: HN-15 es el niño que fui en mi cumpleaños número 15. Empezaré por MJ- 07.
MJ-07 era una chica roquera de pelo rizo amarillo, delgada, que vivía en los años 60 y que no escatimaba en escaparse de la casa de sus tías. No te prometí que no fueran cliché. Como comprenderás era una niña de siete años en un cuerpo de una joven de aproximadamente 17 años, aunque no creo que hiciera mucha diferencia. El hecho es que ese día solo me dediqué a habitar tranquilamente el cuerpo de esa chica, no podía hacer algo más sino entendía nada de lo que estaba pasando, ni entendía mi realidad como para entender la de una chica como MJ-07. Ese día la chica olió un perfume de rosa en la tienda de sus tías, el olor la hizo estornudar o mejor dicho, nos hizo. También comió un pastel de fresa y crema el cual vomito en el escusado de su escuela ¡qué asqueroso sabor dejó ese vomito!, creo que había ingerido alcohol el día anterior. Caminamos mucho esa tarde, a ella se le ocurrió la brillante idea de ir de compras con sus amigas sin tener dinero para comprar, así que terminamos huyendo de una tienda porque nos robamos un par de medias. En la noche lloramos, MJ-07 extrañaba a sus padres y les reclamaba a sus retratos por haberla dejado sola con unas viejas que lo que menos hacían era prestarle atención.
Elegí hablarte de MJ-07 porque fue el primer encuentro con Mi otra parte, no comprendía nada y no lo hice por varios años. Pero algo si tenía claro, no podía contarle a nadie todo esto. En realidad, a los siete años no tenía palabras suficientes en mi vocabulario para expresar algo como esto y con el tiempo entendí que lo más adecuado era guardar mis vidas de un día.
Viví en una casa de los años 40 con HN-15, era hijo único y recibía estrictas clases de historia, geografía, música y pare de contar cuantas otras aburridas asignaturas que me hicieron no recordar más que un profundo sentimiento de aburrimiento. Todo eso hasta que decidimos dar un paseo por el bosque. Nos alejamos mucho de la casa hasta llegar a perdernos, encontramos una laguna donde una mujer anciana estaba lavando su ropa. HN-15 le trató de preguntar cómo regresar a la casa pero la mujer nos ignoró, simplemente no estábamos allí para ella. Le hicimos señas y le tratamos de tocar el hombro pero nuestra mano pasó entre su cuerpo, algo no estaba bien. La señora se estremeció como si un escalofrío hubiera recorrido su cuerpo, de esta manera entendimos que vivíamos en una realidad diferente, en dos realidades paralelas o tres con la mía. HN-15 había muerto un siglo antes y ese día nos enteramos que penaría por todas las realidades venideras. Me sentí triste por él, no quería estar solo y hasta yo tenía las horas contadas en su cuerpo o mejor dicho, su alma. Con él tuve mi primer impulso como parte de un alma: toqué el piano sin escucharlo, sintiendo las frías teclas bajo mis dedos y viviendo una mezcla entre rabia y dolor, me imagino que eso es lo que debe sentir un alma en pena. Entonces, allí me enteré que no habitaba solo cuerpos sino que compartía el alma de alguien. Desde ahora cambiaremos la palabra “cuerpo” por “alma” y “habitar” por “compartir”.
Compartir el alma de HP-18 fue hermoso. Viví junto a él una placido día de campo con sus hijos y nietos. Era viudo y recordaba con amor a su esposa. Era navidad y todos colaboraban en casa para la cena navideña, por lo que recuerdo muy bien los deliciosos aromas y sabores que experimentamos juntos. Sus nietos lo amaban y sus hijos igual. Era un buen anciano, lástima que no era mi abuelo y que tuve que dejarlo esa noche. Aunque no sé por qué me gustó tanto eso, si era muy joven como para disfrutar una vida de resignación hacia el destino como la vive una persona de su edad. Esa fue la primera vez que compartí el alma con alguien de esta época. Quizás HP-18 habrá muerto o me lo consiga en medio de la calle algún día de estos. No sé qué pasaría si eso llegara a ocurrir, no le puedo decir que viví un día de navidad como parte de él.
Vi morir a una madre (o tal vez a mi madre) en MN-20, ese fue el alma que más me ha hecho derramar lágrimas. La niña tenía alrededor de 3 años y su madre escribía en una pizarra lo que quería decir (su padre lo leía), ya que un avanzado cáncer de pulmón le impedía hablar. Recuerdo que escribió cómo había amado tenerla en sus brazos por primera vez, que nunca se alejaría de ella, le pidió perdón por no haberse cuidado para ella, por fumar tanto… En fin, no me dolía lo que leía sino el sentimiento de incomprensión de la niña, no sabía qué era la muerte y solo pensaba en que mañana su mamá le prepararía el desayuno que tanto le gustaba. Su papá decidió alejarnos del cuerpo de aquella mujer que quise como a una madre por esas horas, pero yo entré en acción y me abracé fuertemente al cuerpo de la señora y le dije que llevaría todos los días rosas a su tumba. Creo que no debí hacer eso, había mil cosas que decirle y escogí precisamente esas tontas palabras. La madre y el padre se confundieron mucho porque no se explicaban como su hija de tan corta edad sabia sobre tumbas y rosas. Además, no estoy segura si MN-20 cumpliría la promesa. Ella ya debe ser una mujer de unos 40 años que no creo reconocer.
Hace unas horas compartí el alma con MA-28, que eres tú. Me despedí de ti en el sillón de tu lujoso dormitorio, en ese momento recuperé la otra parte de mi alma (creo que la otra mitad habita en mi cuerpo mientras duermo). Nunca había compartido un alma tan en paz con su entorno, eso fue lo que sentí, paz. También amor a la vida. Me gustó mucho el cuadro que pintaste mientras compartíamos nuestra alma (si, es nuestra). Al principio no comprendía por qué decidiste pintar solo con el color verde, pero entendí que así veías la vida. Trabajaste muy bien los contornos y los trasfondos, pero no sé si a los de tu época les agradará tu obra.
A ti estoy segura que no te conoceré, pues vives o mejor dicho vivirás dentro de 250 años (un letrero decía: 2265-Il n’a rien de très spécial) en un mundo lleno de avances que hacen la vida del hombre demasiado simple, con una gran calidad de vida, pero demasiado todo para nada. Como te dije, pocos apreciarán tu arte o quizás nadie, pero si ese mundo está invadido de cosas superfluas tú serás una de las almas que le dé vida. Me alegró ver que han conservado muchas cosas de la naturaleza, sigue habiendo paisajes que inspiren artistas como tú. El problema es que no los ven con buenos ojos, la tecnología y el avance les ha enseñado otro camino más atractivo para ellos. ¡Qué ingenuos! Creen ser libres cuando en realidad saben que somos esclavos al nacer. Nada los hará vivir la libertad de otra manera, ni su falsa felicidad ni el tan ridículo dominio que siente por la naturaleza y hacia ellos mismos
Te hablo desde mi realidad, aunque no me escuches, ruego que abras la caja que está arriba de tu armario para que leas esas líneas que escribí cuando pude dominar la otra parte de tu alma. No escribí gran cosa, solo lo necesario como para que no olvides lo hermoso de ti. Sé que no es fácil estar donde vives, solo te permiten salir 2 horas a la semana para que veas la luz del día (ese día nos tocó esas horas). No estabas sola, había otros artistas y libres pensadores contigo, plagas para la sociedad del futuro. Traté de dominarte para que saliéramos de ese encierro, pero no tenías fuerzas para hacerlo, no podías salir del estado de letargo en que estabas sumida. Sin embargo, me es grato saber que nada puede con tu don de artista que para ellos es la perdición del dominio, quieren ignorar que es la más pura expresión del ser.
Ya debes imaginar por qué te elegí a ti para desahogarme. Aunque pensándolo mejor, no debes entender mis palabras. Así que la nota que te dejé en aquella extraña caja (al depositarla en ella, se convirtió en una diminuta esfera que tenía apariencia de neurona) no servirá de nada… Ahora que te escribo puedo concluir que esos eran tus pensamientos, MA-28. Esos que lograron sacar de ti para volverte una autómata y ahora buscan la manera de sacar los pensamientos de artista… Lástima, lo lograrán, sé que lo harán. El hombre alcanza lo que se propone en su realidad, las demás ideas vienen con el hombre del mañana quien también trabajará en su propia realidad.
Siempre me ha dolido, de alguna u otra forma, despedirme de las personas con quien comparto el alma por un día. Mas contigo fue diferente, fue como si me hubiera despedido de mi misma. Además de la paz, sentí algo que no puedo explicar con palabras como cuando compartí el alma con MJ-07, el lenguaje en mi realidad es escueto para esto. Eso me hace pensar en que tal vez tú seas yo, es decir, dentro de 250 años. Hasta el momento no he compartido dos veces el alma con alguien. Pero si pudiera hacerlo, tú serias a quien eligiera.