El faraón y sus trucos financieros.
En realidad, Keops, el inventor de las estafas piramidales, nunca pensó que la base de su triángulo tridimensional llegaría a colapsar debido a una regla muy básica presente en este tipo de estafas: Cuando el ingreso en la pirámide de nuevos inversores se satura, los beneficios de aquellos que permanecen cercanos a la cúspide disminuyen y todos los inversores situados en la base terminan sin beneficio alguno después de haber financiado las ganancias de todo el vértice triangular. Eso sí, aún inconsciente del mal que ocasiona a sus súbdito-inversores, el faraón siempre se lo lleva calentito.