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Monólogo del poeta muerto:

Fue un día divino, era más gris de lo normal y las ganas de vivir decaían cada vez más, me levanté y fui a la cocina tal vez buscando algún sentido de mi vida más allá de dormir. Encontré una carta de aquel sueño imperfecto de hecho, pude notar ciertas palabras sádicas y que estaban en una hoja arrugada y triste de la misma manera, la sentí tan propia que llegue a pensar como esa carta representaba mi estado petrificado, esos bordes tan acabados como los de mi corazón y en el centro de la hoja una tinta casi invisible; eventualmente así creía que eran mis sentimientos ante los demás y después de terminar de leer lo que decía pensé por otra parte, que era mejor no prestarle atención e irme a caminar; no niego que ese mensaje me dejo intrigado. Tanto que Salí de la casa con mis llaves y fui hacia un bosque de igual forma, que las personas buscan un lugar en el cual se sienten invisibles ante otros humanos. A través de este, sentí desespero y una oscuridad profunda similar a la muerte, eran las 12:30 de la noche y seguía sin explicar la razón del porque me sentía así, pero, en conclusión, sentía que en cada paso que daba; mi cuerpo estaba perdiendo el control, el sudor y la ansiedad no eran mis aliadas en aquel momento, sentí como si me arrancaran el alma, mejor dicho, sentí el mismo desespero que aquella carta nombraba en su lecho. La lagrima se me escurre por el cachete hasta llegar al cuello y de nuevo, tuve la breve sospecha que tal vez la gota era la misma muerte mostrándome su esplendor en mi último momento. Eventualmente, vi en lo más oscuro del bosque la figura de una mujer, no sentía miedo alguno a pesar de que me mirara de la forma más sádica que cualquier humano podría expresar. De este modo ella concluye mi vida; recíprocamente ella me quita la vida para ella tenerla, ¿será acaso ese el pecado de la muerte?, de repente siento como mi cuerpo no puede moverse y esa figura se acercaba lentamente con la misma carta que vi en su mano izquierda y por otra parte, sentía que la muerte me respiraba en el oído…

A pesar de sentirlo tan real, fue solo un sueño más, es decir; me encontraba en mi cama otra vez, pensé que había sido un mal sueño de esos que te sofocan el corazón, fui a la cocina y entonces vi la misma carta de ese sueño a pesar de haber sido solo un sueño. Estaba ahí esa carta; solo que esta vez preferí hacer lo que decía la carta y sin más cogí un cuchillo, fue divina esa sensación de igual forma, ¡EXCITANTE y PLACENTERA!, encantadora por su hermoso brillo y solo podía apreciar mi reflejo en él, entonces dejé que tocara mi corazón. Fue tan suave y encantador escuchar la carne desgarrándose y sangrando que, por otra parte, cerré los ojos y sentí esa sensación similar a dormir. Después de todo solo la daga puedo acariciar mi corazón de forma dulce, tierna, amorosa y sincera; no tuvo la necesidad de hacerme sufrir en mi último suspiro y, en otras palabras, me enamore de un cuchillo.

Si te gusta este monologo y quieres verlo actuado te invito visites el video y le des me gusta y lo compartas no sabes cuanto me ayuda esto! https://www.youtube.com/watch?v=tHTLVJkCtlwsus

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