¿Que nos está pasando a los seres humanos? ¿Que buscamos permanentemente en nuestro diario vivir que nos pone de mal humor? ¿Por qué dudamos de una simple expresión del prójimo?.... realmente sabemos vivir.-
Desde que el mundo es mundo, las diferentes razas, credos, y agrupaciones para un mundo mejor, supieron que no todos somos iguales.-
Pero recordemos un pasado no tan lejano. Recordemos a nuestros padres, sentarse a la mesa, dialogar, contarse las cosas insignificantes que muchas veces pasaban en su trabajo. La esposa, como madre y ama de casa, cumplía con el rol de informar lo sucedido en el hogar, en la escuela, en el barrio, y porque no, las travesuras del chico.-
La madre anfitriona del hogar, llevaba adelante los pormenores de sus hijos, donde les explicaba que de acuerdo a los ingresos de su padre, había cosas que no se podían comprar.- Se dialogaba, y el chico entendía el mensaje de sus padres.-
Siempre la vida para un ochenta por ciento de la población fue dura, con sacrificios, pero con dignidad.- Se respetaba a un vecino, se respetaba la decisión del maestro, y algo muy importante, aunque muchas veces a los hijos no les gustaba la decisión de sus padres, no levantaban los techos gritando, no rompían los platos, sino que acataban esa palabra, que era toda una filosofía de vida.-
Que nos pasa a los seres humanos, ¿que hemos perdido con el paso de los años? La globalización ha sido buena, o el bombardeo de información foránea nos ha perjudicado.-
Consumimos algo que nos imponen, por un cuadradito que ingresa a nuestro hogar.- ¿Realmente somos nosotros mismos?, quizá han hecho de nosotros un objeto manejable.
Hoy nos han acostumbrado que sea mejor pedir, que trabajar. La figura familiar se ha desvirtuado, y solamente está para informar que soy el hijo de fulanito, que trabaja en tal lugar, y que su madre realiza un trabajo externo.-
Los padres ya no pueden con sus hijos, desde muy pequeños.- No hay que presionarlos dicen los sicólogos, el niño debe ser auténtico.
Pero que niño estamos formando.- Que será de nuestra sociedad, con rebeldes, desconformes, y muchas veces personalidades trastornadas, con la avalancha de oportunidades comerciales, que no podemos tener.-
Lo vemos en la escuela, desde una temprana edad.- Tienen que llevar a clase, las últimas novedades, aunque muchas veces esa compra les haya costado a sus padres, trabajar horas extras, o prohibirse de elementos realmente necesarios para su hogar.
Estamos seguros de saber vivir en sociedad, de saber compartir con nuestros semejantes la realidad que nos impone la vida, o solamente somos simples egoístas que pensamos en nosotros mismos. Paremos un instante para replantearnos lo que estamos forjando, talvez mañana será tarde.